11.17.2017

Down, down, down.

Sugerencia para esta carta: silencio.

17 de Noviembre. 2017.
Caín: 
¿Sabes qué es horrible? Lo que me haces. Dos segundos mirándonos y tuve suficiente para suspirar un buen rato. Me siento mal. 

Llevo días deseando que nos encontremos a solas por los pasillos, por una vez nos topemos sin toda la gente. ¿Es que soy muy cobarde para citarte? Es que siento que no tenemos nada qué hablar y es que tú me quitaste las ganas.

Cuando feché la carta me di cuenta de que el 17 pasado estábamos cogiendo este día. Me acordé. En la oficina, aquella vez. 

¿Para qué quiero encontrarme contigo? Para decirte: me quedé con ganas, me dejaste tan confundida, explícame qué pasó, ¿No sientes lo mismo? ¿Por qué tú siempre me causas estas cosas? Soy yo la loca que se imagina todo. 

Supongo que no tengo nada que decirte. También quizá solo quisiera decirte que tengo mil cosas qué decirte, pero no quiero caer en esa ridículez. Supongo que me quedaré callada y frustrada.

¿Cuál es mi miedo en todo esto?
Se me está yendo el tiempo otra vez; no voy a saber de ti hasta febrero seguramente, y siento que todo estará ahí perdido, Caín, que ya no volverá haber un tú y yo si te dejo ir. 
Quizá es lo mejor, dejarte ir. Acostumbrarme a que el amor no va a ser como contigo, y no hay de otra. Y que si tengo suerte, alguien peor que tú se me aparecerá y no cometeré los mismos errores qué contigo. 

No tienes idea de cómo quisiera agarrar todo lo que siento por ti y ponerlo en Abel. 

Si te dijera que quiero dejar de ver tus ojos brillantes, tu cabello hecho un desmadre, tu barba bermeja, estaría mintiendo. Mi deseo sería que llegaras y me dijeras: ¿Qué chingados haces con Abel? Sé que me quieres, y puta verga, yo también te quiero. Tú también me produces esa magia, esa conexión...

Nixx.

No hay comentarios:

Publicar un comentario