11.19.2017

.

19.11.2017
Caín:

Te escribo cartas tan seguido que empiezo a sentir que es tremendamente estúpido. Hoy es uno de esos días en los que, superficialmente, estoy convencida de que no te extraño. Por desgracia si me pongo a escarbar me doy cuenta de que inconscientemente sigo pensando en ti. 
No lo entiendo.

No creo en el karma, no, no existe, pero cómo es que yo fui a terminar en esto. Tan hundida en tus ojos miel. Ni siquiera eres especial.

Eres un drogadicto, un miedoso, un cobarde. Lo único que te vale es que eres inteligente y tienes una labia tremenda. Eres un desmadre y dejas que a tu talento, el enorme talento que tienes, lo desmadre tu drogradicción, tu alcoholismo y tu tabaquismo. Eres un miedoso y triste ser. ¿Qué clase de pendeja soy?

Quizá por eso te doy miedo. Si supieras...
Ambos somos una pose...

Estúpidamente de vez en cuando me pongo a pensar en qué imagen ves de mí. No tiene nada qué ver con estas cartas, soy otra.
Orgullosa, guapa, inteligente. Una combinación entre un zorro, un gato y un cuervo. No, no es que me crea todas esas cosas, es que en ese estúpido concepto me tienen, y me tienes. Sé, estúpidamente, que mucha gente se siente aplastada por mi personalidad. Y todo esto suena estúpidamente pretensioso, pero pareciera que así es. 

Es aún más estúpido como la pose de cada uno también ha terminado por corroer todo esto. Tu pose de chico "sexo, drogas y rock and roll" y mi pose de "Soy mucho para ti, darling" y "Aquí se hace lo que yo quiero" se encuentran y se aumentan el uno frente al otro.  QUÉ CHINGADOS OCURRE.

Pero es que yo ya intenté acercarme a ti, por un momento te dejé ver un poco de mi corazón, de enseñarte que yo en ti veía alguien sumamente increíble. Después me enteré que por esos tiempos te estabas viendo con alguien más, alguien increíblemente "tóxica" de la que tuviste que salir huyendo. Me dolió en el alma, aunque no te dije. Ni siquiera te dije nada. ¿Qué te iba a decir si vi tus ojitos de desilusión cuando te enteraste de que cogía con Abel? Todo estaba bien hasta que enteraste de que no solo tú existías en mi vida, aunque, de cierta manera, en realidad sí solo existías tú en mi vida, pero era deber aparentar que no.

No entiendo, Caín.
Tú me has dicho que me me admiras, que soy bonita, lista, que te intimido, que te pongo nervioso, que tengo una sonrisa que no quieres ver que se borre. 
¡Caín explícame!  ¿O es mentira? ¿O es que es divertido jugar conmigo?

Dame una señal, Caín. O ármate de valor y dime que me quieres, que sí quieres estar conmigo pero te da miedo. O lárgate por donde llegaste, llévate tu labia, tu encanto, lo fácil que es estar contigo. Llévate toda tu mierda y déjame en paz. 

Nixx.

No hay comentarios:

Publicar un comentario