12.05.2018

No sé

Hoy es tu cumpleaños.

Otra vez estoy aquí escribiendo de ti.

Otra vez me invitaste a una fiesta a la que no iré.

Otra vez pondré una excusa estúpida.

Otra vez pensaré que realmente me gustaría ir.

Otra vez lo consideraré y otra vez pensaré "no, esto puede terminar muy mal".

Y otra vez, otra vez no iré.


Pero el juego sigue.

Me pregunto cuánto tardará en desgastarse nuestro juego... hasta desaparecer. 
(O quizá solo se volverá una asíntota a cero. No me tortures así)

Esa manera de hablarme, esa manera de pedirme salir contigo. No, ya no causa el mismo impacto.

Aunque sigue causando impacto.

Sueño despierta contigo, me siento en drogas cuando te pienso en tus ojos, en tu piel, en tu cabello, me elevo, me anestesio si pienso en ti y escucho esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=bpOSxM0rNPM

Sí he probado drogas.

Las que he probado tienen efectos curiosos.

Sí, más fuertes que esto, pero momentáneos.

Sin embargo tú. Tú me haces sentir otra cosa.
El cosquilleo.
La adrenalina.

No entiendo.
Ansío verte.
Ansío besarte.
Ansío mirarte a los ojos.


No encuentro solución, Caín.

Disfruto pronunciar tu nombre.

Sentimos lo mismo, ¿no?

Quisiera saber por qué fuimos malditos con esto.
Por qué sentimos una atracción tan grande el uno por el otro.
Una atracción magnética.

Sí, como los imanes.
Neodimio, diría yo.
No importa si los volteas, y alejas. Hay mucha atracción y se van a juntar.
El juntarse es un choque con mucha fuerza.

"Poesía" de a peso.

Sigo pensando en ti cada día.