11.09.2017

Cartas a mi demonio.

Desde hoy en todas las cartas que te escriba te vas a llamar Caín.
Sugerencia para esta carta: To Binge - Gorillaz
https://www.youtube.com/watch?v=LMnrFiG8FRo

09 de noviembre. 2017.
Caín:
Te he pensando mucho, otra vez; me pregunto cuántas veces te pensaré al día. Si me pusiera a contarlas, contaría una por cada vez que me acuerdo de ti durante el día, no el tiempo. Creo que perdería la cuenta. 

Mi recuerdo más recurrente es la mirada de tus ojos mientras lo hacíamos, tu mirada perdida, tus ojos relajados, entrecerrados. Tantas veces me viene a la mente el recuerdo, que ha perdido algo de sentido e incluso hay cosas que no sé si estaban ahí o las imaginé: la mesa de madera, el cuadrado a óleo con marco dorado, la puerta del baño de caoba.

Escuché Gorillaz muchas veces. Gorillaz siempre me recuerda a ti. También The Strokes, pero más Gorillaz. To Binge, Melancholy hills, Clint Easwood, Rock the house, We've got the power, pero más To Binge. A veces me imagino que esa frasesita que tanto te gusta "You're by my side, but are you still with me?" tiene algo qué ver conmigo, pero yo sé qué no. Solo me gusta pensar que a veces también me piensas, y que tú también hay días en los que te acuestas pensando "Me gustaría volverla a besar".

Es estúpido.
Hoy hablé con Abel de la posibilidad de que podría embarazarme este mes. No, no quiero, pero son cosas que puedes pasar cuando te da la calentura, como a mí los últimos días. Fue muy poco, no pasará nada, pero siempre existe una posibilidad. Primero es estúpido porque me impresiona que Abel, pese a lo feliz que me hace, pese a la relación estable que me da, pese a ser, probablemente, la persona más maravillosa con la que he salido,  no logra hacerme olvidarme de ti.
La segunda parte estúpida fue mi preocupación con Abel. ¿Te acuerdas que a ti y a mí siempre nos importó poco? Qué pendeja he sido, pero no podía evitarlo. Contigo siempre perdía. Contigo aún pierdo.

A veces cuando lo hago con Abel te imagino viéndonos. Que por alguna razón abres la puerta y nos ves, y que te duele. Está mal, lo sé. También sé que está mal imaginarme que luego voy a buscarte y pedirte perdón, e imaginarme que decides decirme la verdad y reclamarme, y reclamarnos y terminamos haciéndolo tú y yo. Y yo llorando pensando en Abel, en que todo está mal, en la traición y todas esas cosas. El resto no lo tengo claro. Qué enferma.

¿Sabes lo que es, de cierta manera, salir a la calle y esperar que por casualidad nos encontremos cruzando la calle?

Nixx.

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